Hay momentos que de tan perfectos hacen surgir una necesidad de conectar, de abrazar y dar.
Hay momentos donde no hay tiempo, donde el momento es el tiempo y el tiempo es el momento, y no importan los conceptos.
Hay un río que nos atraviesa y nos imparte su don.
Hay una sonrisa milenaria que se replica en nuestra piel.
Y nadando esas aguas percibimos que hoy es hoy, cada instante, que podemos librarnos de las eternas luchas que nos alejan de nosotros mismos.
Y hoy, ahora, ayer o mañana, celebro esos momentos que de tan perfectos, se brindan a si mismos, en una danza mágica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario