lunes, septiembre 03, 2007

Conectar desconectando

Somos particulares, caminamos y olfateamos el día, nos perdemos en esa ciudad obscura.
Miramos el rostro de ese quien nos mira, de esas ropas que caminan sobre aquellos que vemos mas de lejos, caminamos.
En cada rostro cansado nos vemos reflejados y a su vez tan distintos.
La red se aglomera, cada nodo conecta y desconecta en segundos, me mira, te miro, me mirás, te veo, te escucho, te desprecio. El desenfreno y el vértigo se apoderan del cemento y el asfalto y los automóviles pasan y te miro y me mirás, te veo te escucho, te desprecio.
Y la palabra es un infinitivo, y cada idea se conecta y se desconecta en cada mirada, y nos vemos y nos recordamos, los recuerdo, los extraño, no los quiero ver mas, los desprecio.
La red avanza, cambia de forma, los insectos de las ramas comen lentamente y desconectan arterias, unen otras con sus cuerpos, y los insectos son devorados por la corriente, y nuevos caminos se forman y te miro, nos recuerdo, nos desprecio.
Y respiro y mi aire es el tuyo y es el aliento del otro y es el oxígeno en la sangre que crea una célula que será una noche de desenfreno y te miro y me mirás y te amo, y te miro y te miraba y aún lo hago. Y se abrazan y la red se conecta por una arteria nueva, la célula de una parte mayor da forma a otras mas y un nuevo nodo de la red se crea, y te amo y los amo y no quiero perderlos.
Caminan, pasean, ríen, se miran, se escuchan, se desprecian, se aman, se recuerdan.
Y nace, grita, te mira y no entiende, lo mirás y te quiero, no pienso perderte. Y crece y camina, y la red conecta, y los insectos se alimentan de las arterias nuevas, y otra vez perecen en la corriente y la arteria vieja que alimentó al insecto se restaura en el cuerpo cubierto, en quienes miran y pasan y se desprecian y se aman, se desconocen y vuelven a encontrarse.
La red conecta, somos particulares, tanto que caminamos y olfateamos y nos perdemos en esta ciudad obscura...