martes, noviembre 18, 2008

Ser digno de ser

Soné con vos Brother, eras mas chico, tenias unos siete u ocho años.
No recuerdo detalles, íbamos hacia algún lado, algo cotidiano de cuando eramos chicos y vivíamos en casa de mamá.
Brother, te recordé pequeño, como en esas fotografías donde eras un pequeño bebé que apenas podía sostenerse para salir derecho en una fotografía. Eras tan chico y tan divertido... cuanto me gustaba jugar con vos y nuestros hermanos, tomarte de tus pequeñas manitos y hacerte volar un par de segundos mientras caminábamos por la calle.
Bro, a veces trato de explicarme que ciertas cosas no tienen razón de ser, que solo están ahí, que suceden, como una sonrisa, o un abrazo afectuoso que uno no espera.
Trato de explicarme tu ausencia, el dolor tan extraño que se vive de tantas formas diferentes, cada nuevo día con una realidad tan particular.
Brother, que tonto que es el mundo a veces, sin apreciar lo que se tiene incluso entre tanta escasez, sin apreciar que tonto puede ser uno, ahogándose en un mar de problemas que uno mismo crea, olvidándose de otros cuando nos necesitan, creyendo que no podemos hacer más que lo que hacemos para justificar nuestra inacción. ¡Y nos llamamos humanos!, si al menos algunos tuvieran idea de donde están, de lo que tienen y de lo que les falta, de cuánto bien pueden hacer preguntándose si alguien los necesita.
Si estuvieras acá Brother... iríamos a ver esas películas que tanto te gustaban y que tanto disfrutaba cuando vos te reías, y aún lo sigo haciendo recordando tu sonrisa, la que seguramente tendrías mirando alguna de super héroes, o mofándote de que alguna otra película que vimos juntos era muy mala.
Que injusticia extraña hay en el mundo, si es que la justicia o la falta de la misma son reales, si es que simplemente hay cosas y nuestro temor a no tener nombres para etiquetar nos hace buscarle sentido a todo.
Probablemente te reirías de tantas cosas...de la gente que no entiende, que no ayuda, que no ve, como lo hacías cuando simplificabas varios adjetivos en uno solo, irrefutable.

Soñé con vos Brother, eras más chico, tenías como siete u ocho años, y te reías, como la última vez que estuvimos juntos en el cine, disfrutando de una de super héores, riéndote del mundo y su mediocridad.