lunes, octubre 20, 2008

Paradójicamente así, tipo nada

Hay un momento en que todo esta debajo, por venir, luego de haberse alejado, se aproxima todo, pero aun no.
Es el momento donde hay silencio, donde el murmullo del pasado es lo único que llega, donde lo demás se ve lejos, pequeño, y la hora se detiene, estamos en mitad del reloj.
Paradójico y razonable resulta, pocos están, pocos preguntan, pocos acuden sin preguntar, pocos comprenden apenas que sucede.
Y hay muecas, automatismos tan reconocibles como injustos, que son parte de aquello mismo, el no comprender que hay de este lado de la curva. Y comienza el descenso hacia otro lugar, peor o mejor que el ascenso que nos trajo, peor o mejor que el pasado reconocible, pero al fin de cuentas diferente.
Y cuesta agradecer por supuesto, cuesta comprender a esos que olvidan, a la mano de un instante, la que es inercia y convención, la misma mano que sin quererlo termina golpeando.
Y nos encontramos con solo dos para secar nuestras lágrimas, para escribir un presente que nos sea viable, para transformar el verbo que queremos conjugar de otro modo.
Resulta paradójica la ceguera, en caso de emergencia rompa el vidrio con el martillo.