viernes, noviembre 23, 2007

sobre el recorrer y el recorrido

Recorrer podría presuponer una promesa, la de la meta o la del simple camino como experiencia, pero promesa al fin.
Frasear un camino donde las bifurcaciones son constantes y las metas muchas veces cambian, haciendo que el recorrido inicial sea un poco mas fructífero en función de quizá nuevos objetivos: inundarnos de palabras nuevas, asimilarlas y devolverlas al medio transformadas.
Pararse a mirar, momento único si existe algo único en esta experiencia humana, el regalo de una perspectiva en un mirar hacia atrás o alrededor en un radio cercano: el contraste de un afuera, de eso que no es el recorrido, por ende nosotros no estamos ahí, aunque ese afuera pudo haber sido el ahora de una eventual bifurcación de recorrido que hemos dejado de lado.
Respirar profundo, cambiar el aire, resistir los embates de los enemigos de nuestra afrenta con el devenir sin rostro, pero que en la elección cobra forma, y es la forma presente que otorga sentido a la búsqueda, al recorrido como meta o al camino hacia el objetivo.
Y si trazar una línea de puntos fuera una tarea requerida, veríamos el camino como si de un mapa se tratara, con algo de control en algunos tramos, sin control en la mayoría, pues asumir decisión en cada bifurcación sería algo demasiado pretencioso. Podríamos ver como nuestras rutas en el mapa se cruzan con otras, y cuantos puntos en común hay con las bifurcaciones de otros caminos, de aquellos que en su recorrido se encontraron con el nuestro.
Y con nuestro mapa al hombro seguimos camino, planeado o no, conscientes o no.
Decidimos seguir, sin guía de viaje, trazando caminos nuevos, cada tanto mirando hacia atrás y fraseando los caminos con el verbo que conjugamos cada día, reconvirtiendo la palabra nueva en palabra futura, liberando ideas y dando paso a que el sueño sea solo un lugar para restaurar energías y no la celda donde escondernos de aquello que sin comprender tememos.
En esa cartografía deconstruída tal vez andemos, buscando un lugar para seguir recorriendo, pero despiertos.