martes, agosto 31, 2010

Ruiz y su arte

Era simplemente Ruiz, nadie conocía el nombre del tipo, siempre había sido hábil en las artes de hacerse el boludo, incluso cuando se murió tardaron en saberlo, era sumpremo en su arte, como él lo definía: si la vas de logi es mas fácil.
Ruiz era un tipo de esos que ya no hay.
Hablaba hasta por los codos, a veces era necesario inventar algo para que se calle, el fallecimiento de un pariente de los presentes o un accidente trágico de algún amigo inexistente, el único modo posible.
Era abogado el tipo, un Señor para algunos, para otros era un chanta, y para nosotros era Ruiz, fuera de toda clasificación, sabia más chistes que los cómicos de la época, y no era poca cosa. Chamullaba en cinco idiomas y nunca nadie supo cómo y donde había aprendido, le conocían algunos fatos gringos, pero no era una cosa en la que Ruiz tuviera constancia, le huía a las porteñas que tenían instinto de madre como a la yuta, decía que una mujer es realmente mujer cuando sabe que no va a despertar en los brazos de uno, pero todos sabemos que hubo una percanta que le movió el piso, y que bien el boludo se hizo, siguiendo fiel a su ley.
El billar ya no es el mismo, no tenemos que inventar nada, nadie habla demasiado, la policía ya no pregunta por él noche por medio - algunos sospechan que los cobanis tuvieron algo que ver en la muerte de Ruiz, pero nadie tiene un dato cierto - y la mina que aparecía todos los jueves, ahora parece que anda atrás de un quía con mucha teca, esa si que la sabe lunga...
La puta que te parió Ruiz, ¿Donde mierda te fuiste?, no era tu tiempo, cagón. Y si, que querés, se lo extraña al hijo de puta, era insoportable, pero era un tipo de los que no hay, ¿te dije, no?. Una vez se apareció con un descapotable importado, decía que era de un primo, nadie le creyó por supuesto, todos sabíamos que era un batacazo de algun negocio con los polacos, él no soltaba la lengua, si le preguntabas te trataba de botón, pero se veía, habia unas pintas sospechosas que cada tanto preguntaban por él en el billar, y cuando él estaba se quedaban chamullando en la lleca.
En la oficina no estaba jamás, comentan que habia un teléfono y una secretaria que era mas yiro que secretaria, que apenas sabía escribir. Ruiz iba a la oficina dos veces por semana a ver quien había llamado y según él a organizar algunos casos, pero viste, Ruiz laburaba mas en la lleca y en el billar que ahi arriba en ese agujero, una sola vez fui a ver si estaba, cuando no había aparecido por varios dias, la secretaria dijo que estaba en Uruguay, no había avisado a nadie el quía.
Era así pibe, hablaba de una mística profesional, para nosotros era mitad boga y mitad matufiero, pero eso si, simpático, siempre tenía la palabra justa para que estallara una carcajada, un tipazo, viste.
Nadie le creyó al cobani cuando dió la noticia, pensamos que era otra joda de Ruiz, que le había pagado al tira para que nos chamulle, pero no, el quía habia espichado nomás, que la yuta, que el yiro estaba cuando le dispararon, que había sido un atorrante que le debía una moneda, incluso los polacos fueron al velorio, ¿Podes creer?
Toda los tránsfugas del bajo en el velorio de Ruiz, parecía el patio de una cárcel mas que una casa de velorios, raro, como Ruiz mismo, raro pero pintorezco, viste.
¿Tenés fuego pibe?, gracias.
Si, ya se que era tu viejo, y un gomía de los que no hay, por eso me dió esto para vos, que la cuides y no hagas lo que él hizo, que gastes con sabiduría y sin barullo, pero que siempre puedas reir, eso me batió la vez que me miró raro viste, "si me pasa algo" dijo, yo me reí, pero hablaba en serio nomás, acá tenés.

El joven se va del billar con las mínimas instrucciones de la caja de seguridad, dobla en corrientes y camina en sentido del bajo, una vez en el banco descubrirá que Ruiz si algo supo toda la vida, es hacerse bien el boludo.