jueves, septiembre 11, 2008

Impersonal

Nada alrededor.
Luego uno mismo en el centro de algún lugar, ya que cualquier cosa presupone un centro, cuestiones de perspectiva..
Mirar a los lados, nada, preguntarse o preguntar: nadie cerca puede responder.
Un recuerdo, palabras, dos, sonidos, a medias, ecos difusos.
Y gritar, en vano gritar, el sonido se pierde, apenas recordamos lo que hicimos hace unos instantes y aquel color.....
No moverse, por incapacidad, estar inerte, expectante, y aquel color.....
Ruidos dispersos, concéntricos, esféricos, determinadamente precisos, reconocible cada uno, cada pieza, cada nota de las melodías que ya se han ido.
Y aquel color, no se puede evadir, que los ojos no se cierran por mas que haya esfuerzo.
Creer, onírico, interrogante, evidencias que muestran que no, y aquel color....
Todo se concentra en un punto, y alrededor no hay nada, un vacío que no se puede describir, pues para hacerlo habría que escribir hacia atrás, desandando letras y deshaciendo la hoja y a quien lee.
Queda en la retina, y el nervio óptico y el cerebro y abres los ojos.
El que fue uno ahora es uno, habiendo visto aquello que conocía y ahora desconoce, que reconocerá luego y volverá a olvidar hasta llenar el vacío, escribiendo en el viento con palabras habituales, expandiéndose y llenando un vacío ahora imposible.
Todo, alrededor.
Luego uno mismo en alguna parte, mirando, sin necesidad de preguntar nada.