lunes, mayo 03, 2010

Duele en amarillo

- ¿Te duele?
- Un poco.
- ¿Que color duele?
- Amarillo, siempre duele en amarillo.
- ¿Te parece que vas a estar mucho tiempo?
- No creo, es tarde para pasear canguros, pero me gustaría mucho.
- Me parece que el dolor te hace decir cualquier cosa.
- Puede ser, ahora una serpiente me muerde la pierna derecha.
- Son fantasmas habitualmente, no le des importancia.
- También hay un hamster, caminando sobre mi pierna izquierda, me mira mal.
- Hay que tener cuidado con el, es el peor de todos.
- Se fué el dolor.
- No te engañes, a veces uno se acostumbra nomás.
- Es verdad, ahora duele de nuevo.
- ¿Que color duele ahora?
- Duele en verde, es raro.
- No tanto, pocas veces pasa que duele en verde, es en casos especiales como el tuyo.
- ¿Que tengo de raro?
- Aceptaste venir sin preguntar.
- Mire Ud.
- Ya casi termina.
- Se fue la serpiente, pero el hamster está lastimándome el ojo derecho.
- Te avisé, es el peor.
- Pero con las manos atadas no puedo hacer nada.
- Yo tampoco, no estoy acá.
- Creo que estoy perdido.
- Hace rato.
- ¿Queda algo por hacer?
- No. De hecho me despido de vos, ah, el hamster se llama igual que vos.
- Que casualidad.
- Si, como la jeringa en tu brazo, casualidad...
- El dolor se fue.
- Ahora si, es verdad.

El sol apagaba la tarde lentamente, una rata mordía el brazo tendido en el suelo, el brazo del cuerpo que miraba al techo sin mirar, momentos antes de que la puerta se abriera y llegaran los amigos y se soprendieran sin sorprenderse de que todo el dolor de él se había esfumado, con el último shot...

2 comentarios:

tremenda mente dijo...

....impecable.

Vicky dijo...

como aquella forma de amar del color del atardecer.